Senador Andrés Zaldívar expulsado del PDC

He leído hace poco la noticia acerca de la expulsión del Honorable Senador Andrés Zaldívar desde el Partido Demócrata Cristiano. Y esto me hace recordar una carta que le dirigí al Senador cuando se hicieron las primeras acusaciones en su contra después de que votó en contra de los recursos solicitados por el Ejecutivo para sostener el plan de transporte público Transantiago, la cual no fue respondida. Cito:

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De: Cristian Mancilla Mardel [mancilla@ludologia.cl]

Para: 'azaldiva@senado.cl'

CC:

Asunto: Acerca de información en El Mercurio

Enviado el: Martes 27-11-2007 0:11


Estimado y Honorable Senador Adolfo Zaldívar:

Saludándolo respetuosamente, he querido comunicarme con Vd. en relación con una información publicada en El Mercurio (http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=283186) según la cual fue suspendido del PDC a causa de su votación en una de las recientes sesiones en torno al financiamiento del Transantiago. Además, señala que el PDC "acordó un reglamento que impida a los parlamentarios del conglomerado votar en contra de los acuerdos mayoritarios", lo cual está en abierta contradicción con el artículo 32 de la Ley 18.603 Orgánica Constitucional de Partidos Políticos, que "en ningún caso podrán los partidos políticos dar órdenes de votación a sus Senadores y Diputados".
Desde ya, quiero manifestarle mi apoyo en cuanto a su voto, puesto que personalmente me podría considerar también una víctima del Transantiago y porque confío plenamente en que Vd. ha votado con plena conciencia y con las mejores intenciones de mejorar el sistema de transporte público en la Capital. Creo que la determinación del PDC es ilegal y que su forma de actuar, según lo descrito en El Mercurio, está indudablemente equivocada. Espero, sinceramente, que no se apliquen medidas en su contra al interior del Partido y que éste corrija sus malas actuaciones, enmendando los errores que ha cometido.
Saludos y hasta pronto.

Cristian Mancilla Mardel.


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Si bien esta carta no recibió respuesta, aparentemente fui agregado a la lista de correo de algún asesor del Senador, puesto que he recibido algunas noticias de él y de eventos en los que participaría. Además, sé que debe haber llegado a su destino, porque no recibí el típico error de envío que aparece cuando no es posible entregar el mensaje.

Pero, aparte de esas consideraciones técnicas, me parece muy preocupante que el PDC esté actuando abiertamente al margen de la Ley sin que ninguna institución o magistrado lo denuncie públicamente para corregir esa actitud. No es posible que los partidos políticos cercenen de forma tan macabra la libertad de sus integrantes y, más aún, violen el fuero parlamentario de sus Senadores y Diputados. ¿Acaso el Ejecutivo está de acuerdo con y respalda esta transgresión de una Ley Orgánica Constitucional? ¿Deberemos acostumbrarnos a que los cuerpos políticos intermedios —y tal vez en el futuro también los no políticos— determinen la actuación libre, pública y política de los individuos, que deben estar siempre por encima de ellos, puesto que valen más y son más duraderos y son más fundamentales, etcétera?

Me parece, pues, enteramente condenable tanto la acusación que hizo la directiva del PDC como la determinación tomada por el Tribunal Supremo del partido. Si me hubieran avisado con la anticipación necesaria, habría evitado por todos los medios nacer en un país donde se transgreden las libertades de las personas y se pasan a llevar las Leyes con la aceptación condescendiente del Ejecutivo, aunque sé bien que nadie puede hacer eso.

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