Amnistía Internacional preocupada por "uso excesivo" de fuerza contra comuneros

Reproduzco aquí la noticia publicada en El Mercurio con el mismo título de esta entrada:

Jueves 3 de Enero de 2008 12:04
El Mercurio Online

SANTIAGO.- El presidente de Amnistía Internacional (AI) Chile, Karl Boehmer, se refirió al incidente ocurrido esta mañana entre Carabineros y un grupo de mapuches en un fundo de La Araucanía donde resultó muerto un joven de dicha etnia.

"Nos preocupa y nos ha preocupado hace bastante tiempo el uso excesivo de la fuerza pública en la represión de ciertas manifestaciones políticas de comuneros mapuches", afirmó el representante del organismo defensor de los derechos humanos a Radio Bio Bío.

Respecto de la muerte del joven, informada por el grupo de mapuches, Boehmer indicó que "para nosotros es lamentable la muerte o la violación de los derechos humanos de cualquier persona, de cualquier edad y de cualquier condición y de cualquier etnia".

Esta mañana, en medio de un enfrentamiento entre un grupo de mapuches y la policía resultó muerto el estudiante Matías Valentín Catrileo Quezada, de 22 años, según informó el grupo indígena.
Tras el hecho, los mapuches huyeron cargando el cuerpo del joven, el que dicen no entregarán a las autoridades, a menos que medie la Iglesia Católica.

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Nosotros sabemos que todas las personas tienen derechos y dignidad fundamentales y que es el deber de todos respetar estas cosas y que es deber particular del Estado asegurar que los derechos y la dignidad de todas las personas sean resguardados y respetados.

No conozco las circunstancias específicas de los hechos ocurridos en el fundo atacado esta mañana por encapuchados de la Coordinadora Arauco Malleco, pero sí sé que ese fundo ha sido invadido en una treintena de oportunidades durante los últimos siete años, que quienes ingresaron a él por última vez quemaron algunos fardos que estaban guardados allí y que, además, se encontraban armados con escopetas. Luego, estas personas fueron sorprendidas por Carabineros y una de ellas —según versiones que no han sido confirmadas oficialmente— resultó muerto en un enfrentamiento.

Empecemos diciendo, por lo tanto, que el dueño de este fundo (Jorge Luchsinger) tiene los derechos de propiedad sobre este terreno y, además, es una persona que cuenta con todas las libertades otorgadas por la Constitución y las Leyes: libertad de tránsito, de domicilio, de empresa, de expresión, etcétera. Además, también cuenta con el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad, a la seguridad, etcétera. Debido a que las libertades y los derechos de este hombre se han visto mermados a causa de otras personas que han actuado en contra de él y de sus bienes, el Estado ha dispuesto que cuente con protección especial para evitar que siga siendo perjudicado.

En las últimas horas, esta persona ha visto vulnerados otra vez sus derechos, puesto que un grupo de individuos encapuchados ingresó a su propiedad y quemó una parte de sus bienes (y esto es penado por la Ley). Además, estas personas se encontraban armadas con escopetas, por lo cual es presumible que se trataba de un grupo con intenciones violentas y que actuaba al margen de la Ley (si consideramos que el porte de armas es exclusividad de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública) cuando portaban ilegalmente esas armas de fuego.

El último aspecto no queda muy claro, pero sabemos que los delincuentes fueron sorprendidos por Carabineros y que hubo un enfrentamiento. Es posible, sin embargo, presumir que los Carabineros repelieron a los intrusos y que éstos hayan intentado resistir la acción de la Fuerza Pública (y esto también está en contra de la Ley). No sabemos si desde este enfrentamiento resultó algún muerto o herido: las informaciones oficiales no han confirmado ninguna cosa todavía.

A pesar de la escasez de datos y de la clara culpabilidad atribuible a los encapuchados que participaron en los hechos narrados, Karl Boehmer se preocupa por la violencia ocupada por la Fuerza Pública y presume que ella ha sido la responsable por la muerte de Matías Catrileo. ¿Inspiración divina? ¿Revelación providencial? No, seguramente. Se trata, sencillamente, del diagnóstico apresurado que un enemigo de la Patria aprovechará de publicar ampliamente para sustentar sus objetivos conducentes a la merma progresiva de la Institucionalidad nacional. ¿Cómo este hombre puede decirse un defensor de los Derechos Humanos si no considera todos los derechos que le han sido vulnerados y pisoteados inmisericordemente a Jorge Luchsinger? Y, además, ¿cómo espera que en nuestro país se respeten los Derechos Humanos si no hay una Fuerza Pública capaz de garantizarlos en nombre del Estado? ¿Acaso él cree que las personas son siempre respetuosas de los derechos ajenos y que no es necesario el ejercicio de la fuerza para asegurar la paz y la tranquilidad y el Estado de Derecho en cualquier lugar del mundo? ¡Nadie sería capaz de sostener seriamente una barbaridad como ésta! Por otra parte, el mismo Karl Boehger llama "manifestaciones políticas" a una invasión violenta sobre una propiedad privada y "represión" a la contención o medios disuasivos utilizados por Carabineros, quienes actúan en representación de todos los chilenos. ¿Quién no se escandalizará ante unas declaraciones tan desconectadas de la realidad y tan hirientes para nuestra Institucionalidad y tan peligrosas para nuestra Democracia? Podría afirmarse, de hecho, que este hombre respalda las actuaciones violentas de grupos políticos que atacan a personas particulares y que ampara también el uso de la violencia en la actuación política: ¿no conocerá, acaso, lo que dice la Ley sobre Seguridad del Estado? Puede buscarla en la página web de la Biblioteca del Congreso Nacional: es la Ley 12.927. De hecho, ¡hágalo, por favor! Y léala: aquí está.

Y quiero insistir en que, si para usted "es lamentable la muerte o la violación de los derechos humanos de cualquier persona, de cualquier edad y de cualquier condición y de cualquier etnia", ¿por qué no defiende con el mismo ahínco los derechos del agricultor Jorge Luchsinger? ¿Acaso él es menos persona que los encapuchados que atacaron su propiedad y quemaron una parte de sus bienes? ¿No debiéramos considerarlo la víctima de una despreciable acción violenta en lugar de atender a lo que le ha ocurrido a un delincuente? ¡Con razón se indignan algunos compatriotas cuando denuncian que los delincuentes tienen protección y las víctimas, en cambio, están desamparadas en nuestro país!

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