Esta carta fue publicada en Las Últimas Noticias el 18 de enero del año pasado. Me acordé de ella a causa de que nuevamente está discutiéndose el asunto del voto y su obligatoriedad. A continuación, cito el texto tal como fue publicado (no exactamente como lo escribí).
La lógica de quienes postulan el voto obligatorio está respaldada en ciertos efectos deseados y pasa por alto algunos fundamentos intransigibles para la otorgación de un derecho como lo es el sufragio. Es común que, cuando alguien analiza una situación en virtud de los efectos deseados, pase por alto que hay personas involucradas en el proceso y que ellas cuentan con ciertas garantías mínimas aseguradas por la Constitución y otros textos normativos tradicionales. Por esto mismo es que todos quienes respaldan el voto obligatorio no dudan en causar una merma en las libertades de los ciudadanos, puesto que están aspirando a conseguir un conjunto de resultados y han olvidado que hay personas con dignidad y derechos en el camino hacia ese fin. Si de verdad creemos que las personas somos lo más digno que existe hoy sobre la Tierra, entonces debemos asumir una actitud de pleno respeto hacia nuestros derechos fundamentales y concentrarnos mayormente en la defensa de ellos que en la consecución de condiciones supuestamente deseables pero que los pasan por alto.
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